Ya habéis podido conocer a Jesús, puede que también un poco a mí.
Sin orden iré contando esas pequeñas anécdotas que el tiempo me dejó.
Vamos a ello, Yagane!!!
El edificio ya estaba habitado.
Jesús en su puesto, yo en el mío.
Una mañana, surgió un pequeño problemilla con uno de los inquilinos.
Intenté localizarle, sin fortuna por mi parte.
Mi despacho estaba en la segunda planta, Jesús, en su mesa y su silla, a la entrada del inmueble.
Terminada mi jornada matinal, al despedirme de él, dije:
-(Y) .- Jesús, si ves "subir" a los del 4º.C. diles, por favor, que necesito hablar un momento con ellos.
Pasaron las horas de comida, regresé a mi despacho y terminaron también las horas de trabajo de la tarde.
Al irme recordé el tema de la mañana. Entonces pregunté:
-(Y) .- Jesús, no viste a las personas que te dije al mediodía?
-(J) .- Sí, Yagane, las vi.
-(Y) .- Les diste mi recado?
-(J) .- No.
-(Y) .- Y eso, Jesús? Por qué?
-(J) .- Porque no "subían".... BAJABAN.
A día de hoy aún no me he repuesto de mi torpeza al expresarme.
1 comentario:
Jejeje ;-)
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