Me hablan, en un comentario, sobre la "inmigración analfabeta"...
Ante esto sólo puedo decir que muchos de nuestros familiares, tíos, padres, abuelos, -de escasa cultura- viajaron en los años 50 y 60 a Alemania y Francia, luchando por su substento y el de sus hijos, tras el páramo de pobreza en que el franquismo había convertido a España.
Ese desprecio hacia la cultura del que lucha por vivir no es más que un desprecio hacia la auténtica vida, que es una constante lucha y no entiende de condiciones culturales, sino de tesón, valentía y amor por los nuestros.
La cultura más acendrada es aquella que sitúa a la familia en la cumbre de todos nuestros pensamientos...

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