Cuando aquel castillo de arena,
abrazado por la caricia del Sol
se seca
entre tus manos
Es que llegó
el tiempo
del adiós
Cuando aquel pedazo de hielo
en el que mil gotas se amaban
se funde
entre tus dedos
Es que llegó
la hora
del adiós
Cuando aquel plácido lago
en el que te sumergiste, inconsciente,
anegando tu alma
se evapora
por el roce de mil soles
Es que llegó
el momento
del adiós
Cuando aquel amor abrasante
Cuando aquel Sol, antaño latente
palpitante
que soldaba tus entrañas
a tu auténtico ser
Seca
Funde
Evapora
Es que llegó
definitivamente
el instante
eterno
del adiós
(Carlos Dómine)

2 comentarios:
muy bonito ,gracias por compartirlo
Gracias a ti :-)
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