"Sigue la voz de quien te anime a caminar y no te pares a escuchar las palabras de quien sólo quiere detenerte en tu camino" (Carlos Dómine)

"No obedezcas a las ideas, pero sí a los sentimientos... El corazón es el único que sabe discernir con auténtico cerebro" (Carlos Dómine)

"Cada revés en el mar de la vida es una ola que nos abofetea, que nos refresca y despierta de nuestra ingenuidad" (Carlos Dómine)

"La peor muerte no es por hambre, sino por asfixia... Y la falta de libertad es un completo ahogo que nos produce la peor muerte en vida..." (Carlos Dómine)

"La vida es demasiado breve para corregir nuestros errores y demasiado larga para recordar por qué los cometimos" (Carlos Dómine)

"Nuestra personalidad se diluye entre la cantidad de objetos con que nos queremos ver rodeados" (Carlos Dómine)

"La victoria es el atreverse a luchar, no el resultado de la lucha" (Carlos Dómine)

"Los gobernantes cobardes sólo engendran pueblos escondidos por la Historia..." (Carlos Dómine)

"Cuando mostréis tan sólo una vez vuestra debilidad, las moscas no dejarán de acudir, una tras otra, a vuestras heridas" (Carlos Dómine)

"Hasta lo más grande se ve pequeño cuando se encumbra en la alta cima de su orgullo" (Carlos Dómine)

"El engreimiento se alimenta de la credulidad, y la humildad, de la auténtica verdad..." (Carlos Dómine)

"El mejor consejo lo puedes dar con el ejemplo de tu vida. No pongas otros ejemplos que no sean el tuyo propio..." (Carlos Dómine)

La contradicción, un término relativo

Las contradicciones a veces son el contrapeso que ayudan a mantener el equilibrio del hombre...

La contradicción en una persona es un término relativo, y anida más en el sujeto que observa al sujeto supuestamente contradictorio que en la persona observada en sí...

Os pondré un ejemplo muy simple: una persona puede cambiar de ideología política a lo largo de su vida, o de creencia religiosa... Es una forma de contrapesar el desequilibrio que le había producido la adscripción completa a la primera ideología o religión que eligió. La contradicción puede ser imaginada, recreada o incluso creada por el sujeto observante, pero no es más que el restablecimiento de los equilibrios perdidos en el sujeto observado.


(Carlos Dómine)